viernes, 8 de julio de 2011

De Swakopmund a Sossusvlei

8 de julio Swakopmund


A las 7,30 ya estabamos en el coche después de un desayuno regulete y a pesar de lo cutre del lugar dormimos desde pasadas las 8 de ayer hasta las 5 de un tiron. (me está cambiando el metabolismo).
Al pagarle, le dije que aquello no estaba bien, que eran necesarios los servicios mínimos, por supuesto.
Me miraba con cara de asombro.
A las 9,30 llegamos a Swakop y entrando por la calle principal vímos un hotelito muy guapo, aparcamos y
fuimos las chicas a ver qué oferta nos hacían. Jopé, estaba de p... madre. Un poco caro, pero ....
Seguimos viendo más, incluso más caros y peores. Es que era el mejor, así que volvimos y tocamos otro poco y nos acabamos de decidir. Nos quedamos 2 noches.
Aquí nos dejaban un pórtatil para conectarnos y nos pusimos un poco al corriente, sobretodo para descargar las fotos pues se nos estaban acabando las tarjetas.

Swakopmund es una ciudad "alemana", los edificios, las calles, los cafés, restaurantes, etc. muy bonita y además al lado del mar. Comimos en el "Village Café" muy barato y muy buen ambiente. Después dímos un paseo buscando el restaurante que nos recomendó Henri, pero se debió de confundir pues es un Resort y el restaurante sólo es para desayunos. Regresamos por el paseo a la orilla del mar y nos tomamos unos cafés en un espigon muy guapo.

La cena, ¡por fín pescado y buenísimo! en el Erich's (nos lo recomendaron en el hotel).

9 de julio Costa Esqueletos, Cape Cross (reserva de focas)
 

Por una pista de sal, unos 120 km. hasta Cape Cross para ver la colonia de focas, miles y miles tiradas por la arena, piedras, en el agua.... De todos los tamaños y no paraban de berrear. El olor desagradable.
Allí por poco no pisamos una serpiente muy larga, 1m y medio, de color arena y con rayas. Aggggg!

A la vuelta paramos en un sitio de costa Esqueletos para fotografiar uno de los barcos (esqueleto) y después en un pueblo de lo mas extraño, parecía abandonado. Cada casa de un color.
A todas éstas, el coche hecho una mierda. La pista encima que es de sal, íba uno regandola y una especie de barro pegajoso hasta arriba. Cada vez que nos bajabamos hala! a limpiar los pantalones allí.
 Llegamos a Swakopmund para comer .La tarde la íbamos a dedicar  a pasear por la ciudad y aprovechar para hacer alguna compra.
 El paseo resultó muy agradable. A mitad del mismo nos tentó una pasteleria en la que tomamos un café y unos pastelillos. Después estuvimos en el "mercadillo",  situado en una amplia avenida que desemboca en un jardin junto al mar, en el que los nativos de color venden todo tipo de tallas de animales, arcos, etc...Ana se encaprichó inicialmente con las "pitas de Guinea" que son en realidad una especie de gallinas con plumaje negro con puntos blancos y con una pinta roja en la cabeza que vimos por muchas partes y tienen una forma muy simpatica de caminar (vistas en la distancia parecen recortes de cartón moviendose en un decorado). Las había de varios tamaños y llevamos varias, amén de unas jirafas y parejas de estatuillas de madera de gentes de las tribus. Por la noche cenamos pescado en otro restaurante. No estuvo mal, habia muy buen ambiente pero nos gustó más el de la noche anterior.


Hacia Sesriem

Día 10 de julio.


Después del excelente desayuno estábamos listos para ir hacia Sesriem aunque nuestra idea era llegar lo más cerca posible y dormir antes pues teniamos reservado en el camping de Sesriem ya desde el primer día en Namibia. Primero repostar pues la etapa sería larga y no sabiamos el estado de las pistas en esa zona. En la primera gasolinera, cerca del hotel, llenamos el depósito y se ofrecieron a limpiar los cristales. Les sugerimos que le pasaran la manguera a todo el coche que estaba lleno de barro y polvo de todo el viaje y sobre todo del día anterior. Nos lo dejaron nuevo.


Comienza la tormenta de arena
Nada más salir, en dirección a Walbis Bay a 30km también en la costa, vimos las dunas que rodean Swakopmund en esa parte de la ciudad. A la izquierda dunas y a la derecha el mar; el paisaje era muy hermoso  y tambien el día, soleado y cálido. Enseguida llegamos a Walbis Bay, tiene puerto y es el punto de partida para excursiones en barco por la costa cercana para ver pelicanos, delfines y focas. Nos informamos para ver si nos encajaba alguna pero ya no habría más hasta la mañana siguiente. Nos quedaba un largo viaje hasta cerca de Sesriem. Vimos la parte de la ciudad en torno a la laguna. Muy bonita, llena de estupendas residencias. Y continuamos; empezamos a  alejarnos de la costa y se fueron terminando las dunas y el terreno volvía a ser el desierto (existen muchos tipos en Namibia, todos muy diferentes). Una vez pasada la zona arenosa el suelo estaba cubierto de finas hierbas, amarilleadas por el invierno, secas; de vez en cuando algún árbol de pequeño tamaño. Se había levantado viento que soplaba de la costa y de pronto se formó una pequeña tormenta de arena (digo pequeña  porque me imagino, por lo lo leido, que las hay, con cierta frecuencia, mucho más intensas). Aunque la tormenta era pequeña se veia como la arena circulaba por encima del asfalto  y en lugar de ver el negro del asfalto se veia el color de la arena. La visibilidad se hizo mímina ( como si hubiera niebla) y tuvimos que reducir la velocidad pues dejamos de ver las rayas de la carretera. En caso de tormenta de arena recomiendan parar pues la arena puede rayar toda la pintura del coche. Continuamos y, afortunadamente, a los pocos kilómetros dejó de soplar el viento y se termínó la tormenta. En ese tiempo,  el asfalto, que solo existía en los primeros kilómetros saliendo de Walbis Bay, se acabó y volvimos a nuestras queridas pistas de grava.

Continuamos camino y la gran sabana se extendía ante nosotros. La hierba corta, amarillenta y seca (estamos en invierno) y dorada salpicada aquí y allá por árboles no muy altos.Esto parque del desierto del Namib (existen muchos desiertos en Namibia y todos son distintos) y no es lo que uno puede imaginar antes de ir pues no se trata de un auténtico desierto carente de vegetación. Es más una sabana de hierbas cortas en muchos sitios, mas altas en zonas más húmedas, y siempre salpicada de pequeños árboles. Siempre dorada que adquiría tonalidades disntintas segun la hora, según fuera el terreno. A ambos lados de la carretera algunas avestruces, algunos springbok y muchos pájaros que parecían saltar de la carretera según avanzabamos. El terreno, muy llano al principio, presentaba alguna pequeña loma y en el horizonte, aún lejos, se vislumbraban una  codillera de montañas.
Rio Kuiseb.


Nos esperaba el Kuiseb Pass. Otro puerto de montaña. Después de los que habiamos atravesado esperábamos que no tuviera mucha dificultad. Las montañas se fueron acercando y aparecieron las primeras lomas cubiertas de la fina hierba que daba el especto de estar aterciopeladas, más verdosas en la base y más doradas a medida que ganaban altura. Apareció el río Kuiseb (que da nombre al puerto) y aunque no llevaba mucha agua (la temporada de lluvias termina en Abril) los valles por donde discurría daban sensación de frescor. La carretera se empinaba y el decorado de los picos que se sucedían era magnífico. Superado el puerto apareció de nuevo la gran sabana que nos llevaria en dirección Sesriem. Nunca te cansas de ver esos grandiosos horizontes que parecen recien salidos de las grandes películas sobre Africa  que todos recordamos.
Hacia el Kuiseb Pass

Nuestra intención era dormir en una zona próxima a Solitaire, en la que sabíamos que había varias granjas. A la hora habitual comimos de nuestras provisiones. Como casí siempre, paramos en el cauce de un riachuelo, seco, porque allí suelen crecer árboles más grandes  que proporcionan una sombra que se aprecia mucho en esas horas centrales del día. Al lado teníamos un hermoso árbol con unos de esos nidos colectivos (una construccion de paja, como un techo y varios agujeros de entrada por la parte de abajo) que ya habíamos visto por todas partes.
     Proseguimos, pasamos el puerto sin ninguna dificultad, y de nuevo grandes llanuras, con colinas a los lados. Llegamos a la señal que indicaba la Solitaire Guest Farm Desert Ranch y después de unos 5 km llegamos a la hermosa granja, cerca de unas colinas. Estaba completa para ese día (se notaba la cercanía a Sesriem, todo el mundo que a Namibia, va a ver las famosas dunas del parque Namib Naufluk y el lugar más próximo a la entrada del parque son los Lodges, de precio prohibitivo, y un camping de la NWR que yá teníamos reservado para la noche siguiente desde el día que llegamos a la capital Windhoek) pero una de las chicas de la granja nos dijo que sus padres ttambién tenian una granja a unos 35 Km de allí, en dirección Sesriem, y que tenían sitio. Se trataba de Weltevrede Guest Farm que era presicamente otra de las opciones que habíamos contemplado. Nos la reservó desde allí mismo y continuamos rumbo a Solitaire que estaba a unos 11 Kms.

Solitaire.

Solitaire es un cruce de camino en medio de la nada. Sólo hay una gasolinera, una tienda que permite comprar algún suministro para los van a ver las dunas, un bar y otro establecimiento, famoso entre los viajeros por sus Appel Strudel (postre muy popular en Austria y sur de Alemania que consiste en una especie de pastel de hojaldre con manzana y frutos secos) y como era la hora del café allí nos fuimos y tomamos junto conel café el delicios Appel Strudel. También hay un Lodge que no tenía muy buena pinta.
A modo de "decoración" había varios restos de coches y camionetas oxidados dando al lugar un aspecto curioso, como de poblado del Oeste americano.

Después de reponer fuerzas seguimos hasta nuestro destino (la granja Weltevrede) que estaba a unos 30 Kms.

 La granja estaba, como todas, a unos kilómetro de la carretera principal y tomamos posesión de nuestros aposentos que tenían un terraza que daba  a la sabana y a un pequeño Waterhole. El sol de tarde, que ya empezaba a bajar, nos permitió disfrutar de las siempre increibles puestas de sol.
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Las granjas, son siempre, por supuesto de los blancos. En concreto esta era de un matrimonio de origen alemán. En su día fueron explotaciones ganaderas (suelen varias hectáreas o incluso km2 ) pero muchas cambiaron el ganado de cuatro patas por el de dos. Los viajeros son mucho más rentables que el ganado. Máxime teniendo en cuenta los preciós que cobran por las habitaciones. La cena fue normalita y el desayuno bueno. Mañana para Sesriem.

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