martes, 1 de noviembre de 2016

BIRMANIA XIV: Mawlamyine y Kyaiktiyo (Golden Rock)

Mawlamyine, capital del estado Mon es una agradable ciudad tropical, la cuarta mayor del país, de la etnia mon.
Durante la colonización británica fue un importante puerto. En la rivera oriental del Thanlwin,, la ciudad ha conservado bastantes edificios coloniales y una deliciosa atmósfera de tiempos pasados.

Hay una calle comercial, donde están los bancos y tiendas. Es el único sitio dónde no nos pusieron pegas para cambiar más de 100€ por persona.
Es una ciudad muy tranquila y agradable, sin turismo ninguno y dónde la gente invita al té, a conversar... a lo que sea. Son encantadores.

En los alrededores del hotel había un monasterio medio abandonado, aunque luego apareció por allí algún monje y mujeres acarreando cestas y limpiando el interior.
Un señor sacando arroz a ventilar o secar y lo echaba en la entrada.
Ese mismo y otros dos monjes nos invitaron a pasar adentro y comer.

La niña que iba con una de las señoras no se soltó de la mano de su madre y se escondía asustada de vernos..







Después de comer salimos para ir caminando hasta las pagodas Mahamuni (la más grande) y la Kyaikthanian, cuya estupa es la más alta de la ciudad y que hay unas vistas extraordinarias de la ciudad y el río al fondo.





En el trayecto y en una calle muy próxima al hotel estaban haciendo el firme, con arena y alquitrán, todo muy casero, a mano directamente., mujeres y hombres: ellas con cestas cargadas de arena y ellos esparciendo y echando el alquitrán.










Asomados a las puertas y contemplando el espectáculo todos los vecinos que, al aparecer nosotras ya perdieron interés por el asfaltado y no paraban de llamarnos: minga...la báaaaa!!!!! para que departiésemos con ellos, un té, conversación,... lo que fuese¡
Nos invitaron a zumo de granada y nos hicimos unas fotos.






Se nota que por aquí no están acostumbrados al turismo, se sorprenden al vernos, algunos niños se asustan, aunque por lo general todos sonríen.
Para llegar a la parte alta dónde las pagodas, pasamos por un barrio muy humilde, los niños andaban medio desnudos, entre chabolas, gatos y como ya oscurecía y sin luz, casi tuvimos que sacar el móvil para iluminar, pero a pesar de ello, nunca temimos por nuestra seguridad.


Llegamos arriba con el tiempo justo para ver el sol ocultarse en el horizonte.
Ya después, más tranquilamente dimos una vuelta por todo el recinto y pensando que volveríamos otro día.


Nos encontramos tan a gusto en ésta ciudad que decidimos quedarnos un día más.
De hecho habíamos valorado la posibilidad de irnos a uno de los sitios que hay de playa para descansar los últimos días, pero preferimos hacer la visita a ésta zona que es menos turística y acertamos plenamente.
Lo disfrutamos todo mucho más tranquilamente. Nos sentábamos en la terraza del hotel Strand, a merendar o tomar una cerveza y también algún masaje.

En la calle del puerto, está el mercado y una gran antigua lonja de pescado, todo con mucha animación.


Al día siguiente, nos fuimos a Bilu Island, en un ferry que sale a las 10:45, pero aprovechamos un poco antes para contactar por la zona del puerto con algún taxista.
Y cuándo estábamos buscando para tomar un zumo antes de subirnos al ferry, vimos un taxi que aparcaba y nos acercamos. Él no entendía nada de inglés, pero la señora y los dos chicos que se bajaban, lo suficiente para servir de traductores.
Así que ya tenemos taxi para Kyaiktiyo por 45.000 (la mitad de lo que nos pedían en el hotel).
Y además quedamos para hacer  las excursiones cercanas, la del buda acostado y Kyauktaalon Taung (Hillock).


Para recorrer la isla alquilamos dos motobikes, así les llaman a los taxi-motos y hasta las 14:30 nos dio tiempo a pasar por varios pueblos, pagodas, bosque y también a orillas del mar, el Mar de Andamán.

Cuándo regresamos a la zona del puerto dónde llegamos, ni barca, ni ferry, ni nada que se le parezca. Además no había, apenas, gente esperando.... hasta que llegó lo que viene siendo una patera: 4 tablas atravesadas. Y así cruzamos los 14 que eramos en total y 2 motos!..... con el viento a toda vela.



Al día siguiente se presentó nuestro driver a las 8 en punto, tal y como habíamos convenido, lo cual nos alegró mucho al comprobar que la traducción había sido efectiva.
Lo malo es que traía un amigo con él que habla inglés, incluso español, decía... :)
Lo bueno que lo largamos nada más llegar ;)




Primero nos llevó al santuario budista, Kyauktaalon Taung (Hillock), en lo alto de la roca y cómo ha hemos visto en otros, al final los escalones se dividen a dos puntos distantes dónde en uno el cartel indica que está prohibido a las mujeres.




Nosotras solas y el conductor que no pensaba subir, pero luego se animó.

No encontramos a nadie, ni subiendo, ni arriba, ni después al bajar.

Escalones para aburrir!!
 y muy empinados, pero merecía la pena. Una vista excepcional




Después fuimos al Buda reclinado que es enormeeee¡¡¡¡

No pensábamos subir, pero después de lo anterior y el pequeño descanso que nos tomamos en el coche (están bastante cerca), volvimos a repetir escalones, que al final era bastante más de lo que imaginábamos.
A la vuelta, allí sentados a la sombra del chiringuito que hay abajo, estaba nuestro conductor y sorpresa¡¡ con el triskas (el amigo) que no quisimos que nos acompañase. Menos mal que nos libramos de él, porque es de esos que no para de hablar y de preguntar,... en cinco minutos nos agotó!
























A la vuelta pasamos de nuevo por la pagoda para ver la puesta de sol y despedida.

Mañana Kyaiktiyo y la Golden Rock: últimos días de viaje ya!


















El viaje hasta Kyaiktiyo fue muy tranquilo.
Ana había pasado mala noche y no sabíamos cómo resultaría el viaje, pero se fue reponiendo.






Para buscar un aseo y a falta de gasolineras, el conductor me llevó a los que hay en una pagoda.
Era a mitad de camino y Ana ni se bajó. (Thaton)
No pude reprimir el placer de darme un par de vueltas porque aparte de estar casi en soledad, era una verdadera maravilla, hasta los suelos merecían alguna foto...




Cuándo llegamos a Kyaiktiyo, nos costó encontrar el hotel y es que ya nos pasó en otras ocasiones que la dirección que figura en booking, no es todo lo precisa que hace falta y dimos varias vueltas.

El hotel tenía restaurante y decidimos comer algo allí, para no movernos mucho y descansar algo, a ver si Ana se recuperaba lo suficiente para subir a la Golden Rock.
Las 2 horas de siesta le sentaron bien y dijo que le apetecía subir, así que teníamos que gestionar también lo del taxi para mañana volver a Yangón y lo haríamos en el centro del pueblo, desde dónde salen los camiones que suben a la Golden Rock, la única manera de llegar allí.



Eran las 3.30 pm cuándo subimos al camión y eso de por sí ya es una aventura.
Hay unas 9 filas de bancos muy estrechos, fijos al suelo, en la caja del camión, que está abierto por los laterales. Unas 6 personas por banco. (hay que compensar gordos con delgados para que entren los 6).
Y son unos 12 km. para subir a lo alto de la montaña, subidas y bajadas impresionantes: Una montaña rusa auténtica, además, por la velocidad que llevan esos camiones.
Y las curvas? Cuándo se inclina para el lado que va uno, rezas para que no se echen todos encima, eso si no vuelca, pues es la impresión que se tiene.

Al llegar, ya nos advierten que el último sale a las 6.

La Golden Rock es una roca con su pequeña pagoda cubierta de pan de oro, que parece que está suspendida o que se vaya a caer.
La leyenda dice que es justo un pelo de Buda quien la mantiene en su sitio, de ahí lo sagrado que se considera al lugar

Aparte de encontrar una zona de rezos, podemos ver Kyaiktiyo y las impresionantes vistas de la zona e incluso el mar de Andaman. Las ofrendas (cubrir con pan de oro un trozo de la piedra) solo están permitidas hacer a los hombres.
A las 5,30 decidimos ir dónde los camiones y, como suponíamos, se retrasó un viaje y nos tocó el viaje de vuelta ya anocheciendo, con lo cual casi mejor, ojos que no ven.... ;) 

Mañana para Yangón, aunque aún quedan 3 días más, esto ya huele a final de viaje.


DATOS PRÁCTICOS:
MAWLAMYINE:
Hotel Queen Jamadevi 39€ noche (no recomendable, aparte de estar muy alejado del pueblo)
Hotel Cinderella : 59€ noche superior con balcón
Ferry Bilu Island: 2,80€ (2 billetes)
2 motobikes Bilu Island: 7€
masajes hotel Strand: 10€ (2 personas)
taxi Buda reclinado: 12€
peluquería hotel Strand: 7€ (2 personas)
KYAIKTIYO:
Hotel: 41€
bus Golden Rock 2,80€ (2 personas)
Taxi a Yangon: 72€





domingo, 30 de octubre de 2016

BIRMANIA XIII: Bago

El hotel de Kalaw aún nos armó un par de cosillas antes de marchar.
A la hora que abren para el desayuno estaban barriendo y limpiando y no había nada disponible ni para sentarnos, ni para desayunar. Un desastre.
Y en recepción al hacer el check out, nos cargaban 6000,- más. Con los antecedentes que teníamos debían de tener orden de no llevarnos la contraria y nos lo dieron por bueno.
El conductor nos esperaba y al igual que volviendo del lago Inle, nos llevó por una de esas carreteras amarillas... un paisaje guapísimo.







 Paramos bajando el puerto un par de veces para hacer fotos y contemplar aquella maravilla: la niebla escondida en el valle.










Mucho verde y muchos argallos en la carretera a causa de las lluvias.


Pasamos mercadillos, gente que extendía a secar alfombras de chili en las orillas de las carreteras y otra cosa oscura que pensé si sería té, pero era pelo¡¡
Verdaderas alfombras de 2x2 de pelo. Nos dijo el conductor que eran para hacer postizos .



Muchas vacas, sueltas y xuncidas al carro, cabras, perros ... y todos a veces tumbados en medio de la carretera, que tan acostumbrados están al claxon, que ni se inmutan







También nos topamos en este tramo con mucha policía, en coches, motos y camiones, incluso una caravana que nos mandar parar a un camino que iba delante y a nosotros hasta que pasaron.
El conductor no supo decirnos el motivo.
Quizás alguna personalidad anduviese por allí, ...






Hicimos dos paradas para echar gasolina y mientras aprovechamos para ir al toilette.
Y ellos son como son, cuándo salimos del aseo en la segunda gasolinera, nos lo encontramos lavando el coche. Si antes venía pertrecháo con la trenka, ahora en pantalón corto (o gayumbo) y camiseta tirantes... manguera a todo lo que da y fregoteando bien.
Así que aprovechamos para comer algo de fruta.




Así que a la 1 cuándo decidió que tenía hambre, nosotros no probamos nada, una porque no teníamos mucho apetito y otra porque el sitio era bastante cutrecillo.

Este que nos ha tocado hoy viene con la música a todo volumen y no para de hablar si no es con nosotras, por teléfono todo el rato.
Nos viene bien porque así nos cuenta cosas y tal, pero a veces se volvía un poco pesadillo.. ;)

Fueron 10 horas de viaje y eso que paramos poco.


Como 50 km. antes de llegar que paró a echar gasolina, volvió a darle otro manguerazo al coche (ésta vez sin jabón).
Una obsesión tremenda y todo lo limpio que era con el coche y lo gochuzo que era él, escupiendo a cada poco por la ventanilla.
Una vez me dice que va a parar 5 minutos para hablar,.. Ok?
Le digo: ''mira nín, en la próxima gasolinera que nosotras también necesitamos toilette y entonces aprovechas para hablar, ok?''
Se partía de risa, pero me obedeció.

Llegamos ya de noche a Bago.
El hotel normalillo, pero por lo menos tenía restaurante.
Y nos prepararon una ensalada y pollo guisado con vegetales muy bueno.
El inglés básico, básico.
Vaya número con el vino. No entendía nada, así que terminé yo yendo al nido. Y allí tenían el Red Mountain, pero de 3 o 4 botellas distintas. La única que tenía precio (12.000) era vino sudafricano.
Llamó por tfno. para averiguar el precio y mientras estaba allí él y el otro colega que estaba cómo él (de inglés por lo menos),

sobando bien las botellas, que ya les dije que mejor no, porque calentaba. (que ya está el ambiente bastante caldeado!!)
Uff.. se desespera uno con ellos¡¡

Pues ná, después de media hora al tfno tuvimos que quedarnos con la única que tenía precio.


Al día siguiente estuvimos negociando el  taxi hasta Mawlamyine y el hotel, con lo cual decidimos salir a la 1 de Bago, para aprovechar y dar una vuelta, aunque no es mucho lo que hay que ver.
Alquilamos un moto-driver para cada una que es lo más rápido.
Nos dejaron en el centro, dónde un banco para cambiar y concertamos un par de horas más tarde, para recogernos y ya de vuelta ver la pagoda.
Esto ya no tiene nada que ver con Kalaw y el norte; mucho más calor ¡¡
Menos mal que lo de la moto es fresquito y una suerte ir sorteando el tráfico cómo van ellos en un sitio de los más caóticos que he visto.

A la 1 salimos con un coche grande y nuevo, después de comer unos sandwiches, ensalada y cervezas antes de dejar el hotel.

Fueron 4 horas sin parar, salvo 5 minutos en la gasolinera, con mucho tráfico, pero buena carretera y bastante rápido. De hecho esperaba que yo le diera paso para adelantar porque tenía el volante al otro lado y me miraba porque yo lo veía antes...
El paisaje precioso, primero muy llano y lleno de arrozales, arroz en las cunetas.
Y más vegetación, palmeras y platanales, más selvático según bajábamos y las colinas siempre coronadas por pagodas o estupas.
Los pueblos más limpios y cuidados, más asfalto, menos tierra y menos basura.
La salida de los colegios.. todos con el uniforme.
Muy ameno el viaje.


DATOS PRÁCTICOS:
Hotel Bago: Queen Jamadevi: 39€
2 motobikes: 2,80€
Taxi Mawlamyine: 57€
comida/cena: 10€ cada una con vino/cerveza






























viernes, 28 de octubre de 2016

BIRMANIA XII: Pindaya, Kalaw

A las ocho y media, como siempre, el taxi nos estaba esperando. El destino de hoy era KALAW, aunque habíamos concertado la parada en Pindaya, para visitar las cuevas que alojan a unos 8.000 figuras de Buda.

Antes de subirnos al coche y ante el problema que hay con el idioma, le llevamos a recepción al conductor, para que allí le explicasen la necesidad que teníamos de parar en alguno de los pueblos de camino a ver si encontrábamos algún banco.
Era un chavalín muy joven, que de inglés: toilette, stop y poco más, pero fue el más prudente en la conducción. Incluso a veces demasiado despacio, pero el paisaje, las vistas, eran para disfrutar.
De los trayectos por carretera más placenteros, los paisajes cambiantes, con verdes muy distintos al igual que los tonos de la tierra.
Diferentes cultivos: arroz, té....y campesinos en los campos.
Y, como en todas, muchas mujeres trabajando en la reparación y conservación de las carreteras.




Llegamos a Pindaya a las 11.30 y nos llevó con el coche hasta arriba del todo, donde queda el último tramo de escalones o el ascensor.

A la entrada hay unas figuras grandes de un arquero y una araña.
Según la leyenda, la araña era un espíritu que rapto a siete princesas en un día de tormenta cuando ellas habían buscado refugio en la cueva. El arquero representa el príncipe que las liberó tras matar a la araña.



















Desde esta entrada se puede subir a la cueva por las escaleras que hay a mano izquierda o gratis por el ascensor que está al lado.

Ana enseguida decidió que el ascensor, así que no se hable más¡





La entrada cuesta unos 2 € y si se van a hacer fotos con cámara, hay que pagar por un papel justificante que permita hacer fotos, unos 50cts. pero la verdad que no merece mucho la pena, ya que la luz es tan escala que lo que se puede hacer sin flash es suficiente con el móvil.




Son unas ocho mil figuras de diferentes materiales, formas y tamaños, que los fieles han depositado en esta caverna natural de piedra caliza que se abre en medio de una pared casi vertical.
Una empinada y larga escalinata conduce hasta la entrada.
Una vez dentro, impresiona la concentración de estatuas.
Hay que ir descalzo y se considera irrespetuoso apoyarse en las estatuas.
Caminamos entre ellas, aunque en algunos tramos es necesario agacharse para penetrar en diminutos agujeros igualmente superpoblados de budas.









Ya en el exterior, el espectáculo no desmerece, pues hay una increíble panorámica de los alrededores.
Al pie de la gruta, el pueblo esconde pequeños talleres donde se fabrican, con papel y bambú y de forma artesanal, las gráciles sombrillas de color terroso con que los bonzos protegen del sol.
    

Entre budas y flautas salimos de allí a las 12,30 y le comentamos a nuestro 'driver' de ir a comer.
Nos llevó a un sitio bastante turístico, pero con muy buena pinta, al lado del lago, en Pindaya.
Está por encima de 1500m. o sea que no hace tanto calor como en el resto.
Comimos bastante bien, con el vino que ya habíamos probado en otros sitios, el Red Mountain y a la hora más o menos, cuándo empezaba a llover, salimos hacia Kalaw,

La carretera hasta Kalaw es una maravilla, aunque no parase de llover en casi todo el trayecto.
Campos de sésamo en flor dando el tono amarillo intenso, los verdes del arroz y los campos recién arados color rojizo intenso.
A finales de octubre los campesinos se afanan en recolectar sus coles... millones de coliflores. Por todas partes gente trabajando en el campo y carros de madera tirados por bueyes transportando la cosecha hasta los puntos de reunión, donde los cargarán en camiones para venderlos por el resto del país.

Aquí cuando se pone a descargar, entre que cae de aquella manera y no hay riego ni conducción ninguna, se forman unas riadas de la leche.
Y en esas llegamos al hotel de Kalaw: muy guapo, en una colina con vistas al pueblo, una habitación inmensa, con 2 camas enormes, la wifi mal y como no dejó de llover, tampoco era plan de bajar al pueblo, y como no teníamos mucha hambre pedimos una ensalada, pizza y cerveza.
La cerveza del tiempo, o sea caliente, caliente



Se acercó el maitre a preguntarnos qué tal y le dijimos que la cerveza del tiempo, o sea calentita¡
No problem¡¡ que la cambiaba...
pero al segundo... ohhh, sorry¡¡
que no tienen fría. Entonces le pido un cubilete con hielos para meterla.. ok¡ ok¡
Llego el cubilete con agua fría, pero sin hielo y metemos la mitad de la cerveza, pues menos mal que anduvimos listas, ya que tienen la costumbre de servir la botella entera.


La ensalada bien, pero la pizza... se les había caído el bote de sal entero. No había manera de comerla.

Y viene justo en ese momento a preguntarnos. Le digo que la ensalada bien, pero la pizza muy salada. Y nos volvió a mencionar lo de la cerveza, echando la culpa a los de recepción por no comunicar la ocupación del hotel. Que debíamos hacer allí la queja a ver si se enteraban.
¡encima mal rollito¡
Le dije 'no te preocupes que ya sé yo dónde hacer la queja: en booking y en tripadvisor.. (todo ésto con una sonrisa y sin alterarme).
Él y el camarero de turno que le acompañaba siempre, se alejaron, con unas risitas nerviosas y sin saber qué contestar.



Y es que si no había quedado patente la profesionalidad del restaurante, aún nos quedaba un buen ramillete de demostraciones.

Después de haber pagado y cuándo ya salíamos por la puerta, se presenta el maitre con el dinero de las cervezas y disculpándose.
Venía de recepción, de comentar la jugada con toda seguridad y le dirían que a ver si reparaba la avería.
Le admitimos las disculpas, pero el dinero no, obviamente....





Al día siguiente fue un día de esos que siempre hay, incluso aunque no lloviese tampoco pensábamos hacer muchas más cosas que dar unas vueltas por el pueblo y de paso las gestiones que teníamos que hacer: conseguir un coche para ir a Bago por un precio razonable y sino ver la opción del tren o bus.


La gente es muy amable y enseguida que intuyen que buscamos algo, se acercan a preguntar. En éste caso era un señor en moto y con muy buena apariencia. Mientras le preguntaba por agencias o dónde localizar taxis, enseguida llamó a otro para que nos llevara a una de ellas. Pero no era una agencia de viajes, era una tienda, un estudio de fotos; llamó por tfno a otro que se presentó en una moto y nos pedía 180.000 kyats.
Nos pareció mucho y lo dejamos para ir a mirar otras opciones, pero las agencias ..es increíble, nos pedían 300.000 kyats. No están acostumbrados a que se alquile un coche por 2 personas o yo que sé. No es normal.
Después de andarlas casi todas, entramos en una que de entrada empezó pidiendo 200.000 y llegó hasta 150.000 kyats (90€).










Los autobuses salen a las 17,30 y 18,30 y los más cómodos (dicen), son los que salen a las 18,30. Cuestan 18.000 kyats, aunque luego he visto que cobran también por los bultos de equipaje que se lleven. Tardan 10hrs y se llega a Bago a las 4 de la madrugada.




Así que, dimos alguna vuelta y lo estuvimos valorando, pero enseguida nos decidimos por el taxi.

Aquí no íbamos a conseguir nada mejor. Son de sota,caballo y rey y como les pongas un caballo, ya disparan al aire.

El turismo que llega a Kalaw es básicamente para hacer el trekking al lago Inle, de hecho era todo lo que ofrecían las agencias. Y, estaba claro que no se les había planteado lo que les estábamos pidiendo.






Con éste tema ya resuelto y antes de que cayera la primera tromba del día, dimos una vuelta por el mercado, que estaba increíble, a pesar de tener que ir pendientes de los charcos del suelo, esa luz que precede a la tormenta y ese colorido, los reflejos en los charcos, la gente de un lado para otro....











No iba muy sobrada ya de tarjetas de memoria así que me compré una (9.500kyats) y de paso me informaron de una buena óptica para reponer las gafas de sol que perdí en el lago Inle.

Muy parecidas y también Ray-ban (2.500kyats) menos de 2€,..jeje

(el gorro no me lo compré, pero a que era molón? )

Desde Kalaw salen la mayoría de los trekkings que se hacen en Myanmar, y que van al lago Inle.
(Suelen hacerlo en 3 días por unos 36$/persona en grupos de 6 máximo e incluye los 3 días de ruta, guía, cocinero, comidas, alojamientos y el transporte del equipaje hasta el hotel del lago Inle y la barca hasta Nyaung Shwe).


En éste enlace hay información interesante sobre los trekkings y en particular el que va al lago Inle:

https://www.tierrasinsolitas.com/informacion-sobre-el-trekking-kalaw-lago-inle/











También se puede caminar desde el pueblo (una media hora) hasta Shwe Oo Min Paya. En esta cueva se pueden ver diferentes estatuas de Buda. Dicen que tan bonitas como las de Pindaya.
Nosotras no fuimos, pues el día no estaba para arriesgarse tanto. Llovía a cada rato....Y ya vistas las de Pindaya...








En los alrededores de Kalaw también hay una serie de pagodas y miradores donde se puede echar un ratillo.


Y no hay mucho más, de todos modos me gustó el ambiente, aparte del mercado tan colorido y animado.




















Teníamos ojeada una terraza para cuándo empezase el chaparrón y llegamos con el agua ya cayendo.

Allí nos tiramos casi 2 horas esperando que amainase, un sitio ideal para observar a la gente como se mojaba o como se guarecía.











Aprovechamos un momento que paró y tan ricamente nada más llegar a la calle, con las piscinas que se forman, un zoquete que pasó con el coche, me dejó, que tuve que desmontar la parte inferior del pantalón del aguacero que me echó.
El restaurante aunque tenía buena pinta, nada del otro mundo. Cuándo salíamos volvía a llover, así que decidimos sobre la marcha comprar algo de provisiones, para no volver a bajar al pueblo para la cena y en el restaurante del hotel ya se sabe lo que hay .....


Justo al salir de la Bakery, pillamos un taxi y nos metimos sin preguntar precio. No era plan de andar regateando bajo el aguacero, así que cuando llegamos al hotel nos suelta que 3.000¡¡
Le miro y le digo a Ana que le de 2000 y vamos,con propina y todo!
Se le escapó la risa y ni lo discutió.



Al llegar, salieron del hotel con paraguas a la puerta del coche a recibirnos, uno por cada puerta...

y en recepción nos paran para disculparse por el tema de la cerveza y que podíamos consumir lo que teníamos en la nevera (a cambio de la calentita de la cena) ...

Ya nos daba apuro y les dijimos que vale, que no se preocupasen...

Pues no se debieron quedar muy tranquilos porque no llevábamos ni 10 min. en la habitación cuándo llaman y se presenta la recepcionista y otra chica con una bandeja y las cervezas con unas jarras... todo muy frio¡¡¡¡
No estuvo mal como despedida de Kalaw, viendo llover a través de los cristales, esas cervecitas frías de verdad con los sandwiches para la cena.


Al día siguiente, partimos hacia Bago, quedamos a las 8 con el conductor y nos aseguramos que a esa hora estaría abierto el restaurante para el desayuno. Nos dijeron que a partir de las 7 estaba todo disponible.

Pensamos que después de tanta atención y disculpas por los fallos anteriores, no habría nuevos capítulos, pero sí... sí que los hubo¡.

Y eso queda ya para el próximo:

De Kalaw a Bago.







Hotel: Dream Mountain Resort
Habitación Doble Deluxe con desayuno 66€ por noche