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| Remando en Tam Coc |
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| Trabajando.Tam Coc. |
Para llegar a Ninh Binh desde Hanoi (93 km.) tuvimos un trayecto de lo mas animao sobre todo para salir de Hanoi.
Nos recogió una furgoneta para 9 personas, pero íbamos 14 con 14 maletas y mochilas. Nos deja a todos en una calle (frente a la agencia del transporte) desde dónde salía el autobus a Ninh Binh. Pasaba el tiempo y llegaba mas gente, la furgoneta no paraba de dar viajes; unos iban para Hue, otros para Sapa y para Ninh Binh nosotros solos, pero el autobus no llegaba. Por fin llego uno de esos con camas y que íba para Hué.
Allí en la espera, coincidimos con un maño de Zaragoza, que lleva 20 meses por el mundo. Se gana la vida cómo monitor de buceo, que ahora que lo pienso tiene guasa la cosa, y qué pasa uno de Zaragoza no puede dar clases de buceo?
Estaba cómo loco pensando en los chorizos y la chistorra que le llevaría su madre en una visita que le haría próximamente.
El íba para Hué, pero no en coche cama por tanto ese tampoco era su bus.
Ni el nuestro claro, pero allí nos hicieron subir a todos por los dos pasillos que tiene el autobus y de pie, al lado de los que iban acostados y viendo la tele (con el pijama, vamos). Nos hicieron descalzarnos al subir, claro.
El tema era llevarnos hasta donde estaba el que nos llevaría a Ninh Binh y a otros destinos, pues el mañico tambien fue en el mismo autobus que nosotros, sólo que el trayecto nuestro fueron 2 hrs. con 1/2 de parada para cenar (hacia las 6 y media 7 se cena) y el seguía hasta Hué, 10/12 hrs.
Llegamos a Ninh Binh a las 9 noche. Según la guía, el hotel es lo mas ostentoso que se puede conseguir en Ninh Binh. Despues de ver varias habitaciones y regatear, nos quedamos con las mejores: 28 y 35 $ respectivamente.
Al dia siguiente y cómo sólo teniamos ese dia y había que ver varios sitios de las afueras y distantes optamos por un viaje que programan en el hotel para verlo todo. Así que a las 9 de la mañana nos meten en la furgoneta con otros; una pareja de holandeses (de Amsterdam), el conductor y un guía.
La mañana la dedicamos a Tam Coc y la pagoda de Bich Dong.
A 9 km. de Ninh Binh se encuentra Tam Coc, otra maravilla parecida a Halong pero en tierra, dónde recorrimos los brazos del río Ngo Dong, nosotros tres con 2 remeras en un paseo de 2 horas, rodeados de nenúfares y plantaciones de arroz, dónde trabajaba la gente, pescando, reparando las barcas o las redes.
Un paseo relajante con el único sonido de los pájaros o el del agua al remar.
Se pasa por debajo de puentes y cuevas (3) alguna bastante larga dónde alguno hízo uso de la linterna que llevaba guardando para la ocasion.
Algunos remeros apoyan los pies en los remos y es increíble la maña que se dan.
A la vuelta y llegando al final, la remeras empezaron a sacar de una caja metalica que llevaban, los manteles, camisetas y demás bordados. Ya sabíamos que ésto sucedería, por lo que estabamos preparados. Y que algunas se pueden cabrear mucho si no se les compra.
Así que entre al regateo con una mantelería, pues era muy bonita y bueno, lo del regateo me va.
Cuándo ya habíamos bajado de la barca y anduvimos un tramo, me llamó: ok, ok.
Hala! mantel al bote!
Después nos reunimos con el resto para visitar la Pagoda de Bich Dong y en las primeras escaleras nos saludó en español uno que estaba allí tirao, haciendo fotos con un trípode: Antonio, de Córdoba. Hablamos un poco con él. Nos conto su plan para los próximos 15 años: viajar por todo el mundo. Instalarse durante 1 año en un país y los 3 siguientes recorrer los países limítrofes.
Claro la pregunta siguiente es: te ha tocao la lotería?
Nos contó un poco el tema y su fuente de ingresos. Intercambiamos blogs. El suyo: El viaje de un taravitazo, que parece ser en su pueblo cuándo dijo que se íba por el mundo, el dicho es "le ha dado un taravitazo". Yo no sé lo que le ha dado (leyendo el blog, aclara más cosas), pero le entiendo y le envidio.
Pero bueno, todo se andará.......
Y por lo que veo, tiene bastantes seguidoras, unas locales (de allí) y otras occidentales (de aquí), alguna muy próxima. Claro que él confesó que no tiene hipotecas (muy importante) y eso es un tema que Ana, por ej, tendría que solucionar.
Nos cayó fenomenal y esperamos que cuándo vuelva de visita o para quedarse se acerque por Asturias cómo hablamos.
Luego nos arrepentimos mucho de ir en ese viaje programado. Todo se puede hacer mejor, pero bueno algun día se puede meter la pata. El ir organizados no trae mas que inconvenientes, porque podríamos estar más tiempo hablando con Antonio, tomar algo y con las prisas, ni se nos ocurrió quedar para más tarde, cenar, o tomar algo.
Enfín esperamos volver a coincidir con Antonio por algún lugar del mundo. Le deseamos lo mejor, que encuentre lo que busca, que seguro todos los días por esos países encuentra miles de personas y situaciones que justifican su aventura.
Te seguiremos puntualmente a través de tu blog. Un abrazo muy fuerte.
Por la tarde, después de comer bastante bien en el hotel, nos fuimos Hoa Lu (12km.). Templos.
Por la noche y tras la cena subimos a la azotea del hotel que tienen un bar bastante animado.
El dia 5 salimos en un taxi para el aeropuerto de Hanoi (no podíamos arriesgarnos a la aventura del autobús), con destino a Hué, el cual despues de aplazarlo se terminó por cancelar debido a las condiciones climatólogicas en Hué, que no podia aterrizar.
Así que despues de cambiar el billete para el día siguiente a las 8 de la mañana con destino a Danang, nos acercaron a Hanoi. Hotel y cena en el 69 que, ya nos conocen. Este y el Litle Hanoi son los que más frecuentamos de Hanoi.
El día 6 salimos a la hora prevista para Danang. En 1hr y pico llegamos y allí estaba el taxi que solicitamos al hotel. Estos funcionan de maravilla. No nos fallaron ni una vez, con un cartelito con nuestro nombre y la sonrisa de oreja a oreja. Pues, lloviendo a mares, nos dirigimos a Hoi An (30km.) Desde el coche vemos las montañas de mármol y unas residencias de lujo, casino y unos hoteles impresionantes.
En Hoi An, nos esperaban en el hotel dos o tres dispuestos casi a subirnos en brazos hasta la habitacion.
Son gente tan encantadora, con su sonrisa siempre dispuestos para lo que sea, que cuesta no dejar propina. Y es que no se estila, en algún sitio (al principio) la rechazaron después de subirnos el equipaje hasta la habitación y enseñarnos el funcionamiento del aire, tv, ordenador, etc.
La verdad es que eso de no preocuparse de las propinas es de una comodidad increíble. Durara poco.....
de hecho en los sitios mas turisticos ya la esperaban.
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