Aquí llegamos después de 3 hrs. con coche alquilado y conductor (no fué posible sin conductor), carretera a ratos sin asfaltar y a ratos con los del MOP trabajando, incluso con las palas mecánicas que estaban por allí 'resolvieron' el vuelco de un camión cargado hasta la bandera.
Una sucesión de pueblos a ambos lados de la carretera desde que salimos de Vientiane y a partir de 100 km. aprox. aparecieron pequeñas colinas pobladas de selva y campos de arroz y al poco empezaron a verse las grandes montañas kársticas que dan fama a Vang Vieng.
Afortunadamente hay nuy pocos turista en esta época y no vimos nada de los barullos que dicen suele haber con jóvenes emborrachándose y frecuentando los locales cerca del río viendo la serie Friends y música a todo volumen. Nos llamó la atención el hecho de que hubiera pocos turistas en Vang Vieng y ver las calle, tiendas y el río tan tranquilos. El motivo es que habían prohibido el tubing ( bajar por el río sobre una cámara de camión siendo reclamado hacia la orilla para para parar y consumir bebida del tal modo que al final viaje muchos estaban borrachos como cubas y continuaban la fiesta en los numeros locales de la orilla del río)...era tal la afluencia de gente que aquello se había convertido en un macrobotellón acuático...me alegro de su prohibición. Esto influye, y mucho, en los numerosos locales que vivían de ello, en los numerosos alojamientos que habían surgido al calor de esta actividad pero Van Vieng y sus alrededores tienen mucho que ofrecer al visitante y creo que se recuperarán en poco tiempo.
Nosotros decidimos alquilar unas bicicletas, cruzar el río por una puente de bambú y adentrarnos en los campos circundantes llenos de campos de arroz, montañas kársticas llenas de vegetación y cuevas ( que no visitamos). Los paisajes son muy hermososo. Así hasta que el sol se fué poniendo y regresamos. Sin duda es lugar para permanecer varios días y explorar la zona con tranquilidad pero debemos continuar viaje pues el tiempo es limitado y debemos prescindir de muchas cosas.
De Vang Vieng a Luang Prabang.
Amanece otro día espléndido. Nada más salir de Vang Vieng el conductor toma una pequeña carretera de tierra y empieza a subir colinas llenas de vegetación exuberante. No es la ruta 13 sino un atajo que nos llevará a la ruta 13 después de unos cuantos kilómetros. La carretera de la 13 está asfaltada aunque de vez en cuando hay baches y tramos en obras. Se suceden pequeños pueblos, campos de arroz e impresionantes picos kársticos a ambos lados de la carretera. El paisaje es salvaje y empezamos a subir puertos para luego bajarlos y volver a subir. Las vistas son extraordinarias. Son 150 kms de Vang Vieng a Luang Prabang y nos llevara 4 horas, incluidas pequeñas paradas para hacer fotos, tomar algo y comer
tomabamos sobre la marcha, porque sino no
llegaríamos nunca al destino.
La última parada justo antes de entrar en Luang Prabang, para cubrir alguna 'necesidad' urgente y la vista de las primeras carreras que se organizaban por el Mekong y aún no sabíamos en qué consistían las numerosas fiestas que nos esperaban en la 2ª ciudad de Vientiane y según J.A. la ciudad más guapa del mundo. (Así de claro que lo tiene el chaval)
Fantástico viaje y, como siempre, magníficas fotografías. Te invito a publicar la nº 6 en "Turistas y Piratas", me ha encantado.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Gracias Paco, cómo veras estamos todavía en proceso de elaboración, cuándo esté terminado ya te aviso; pues nos queda aún mucho por contar y fotos por subir. Ahora mismo procedo a subir la foto...
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