lunes, 17 de octubre de 2016

BIRMANIA III. De Bagan a Mandalay por el río Irawadi/Ayeyarwady



A las 5 menos cuarto salimos en taxi desde el hotel para subirnos al barco con destino Mandalay.
El embarcadero no existe como tal, pues la tabla o tablón de unos 30cm., lo justo para subir haciendo equilibrios, así que hicimos lo que el taxista nos recomendó: por mil yats nos subían las maletas alguno de los chicos que andaban por allí.



Había otros 2 barcos mucho más grandes y los pocos turistas más que llegaron (todos mochileros) se dirigieron a esos otros.

A las 5:30 se pusieron en marcha los tres. Primero arrancaron los más grandes, pero enseguida los adelantamos.

¡¡¡Íbamos solas¡¡ (con la tripulación, obviamente..: unos 5 o 6)           
Lo primero que disfrutamos (los que íbamos despiertos ;) fue un amanecer maravilloso¡




Hay 2 o 3 ferrys:
-El local IWT (barco lento), que sale 2 veces a la semana y es el que usa la gente local, va parando por todos los poblados recogiendo y dejando gente (2 días y 10$+2$ con silla de plástico).


-Bagan-Mandalay: (lunes y jueves a las 5am (tarda 2 días en hacer el recorrido debido a que va a contracorriente)
-Mandalay-Bagan: Miércoles y Domingo a las 5.30am (14-17hrs)
-Ferry Shwekeinnery Express: todos los días (para turistas). 35$ y 40$ si se compra a través de hotel.
-Ferry Malikha River Cruise: dos veces a la semana aunque depende qué fechas puede operar diariamente (www.myanmarrivercruises.com), 40-45$:(8-10hrs de trayecto)


Y luego están los cruceros de lujo en el Orient Express: de 3 a 11 noches siendo lo más barato 2.000€/persona.



horarios_ferry_mandalay-bagan









El río Irawadi (Ayeyarwady como lo llaman ellos), es el río principal de Birmania y uno de los míticos de Asia, que tiene su fuente en las montañas del Himalaya.
Atraviesa el país de norte a sur desembocando en el mar de Andamán, en el Océano Indico.

               



 Irawadi da su nombre a un delfín, el Irrawaddy (Orcaella brevirostris), que se encuentra en el cuirso inferior del río y es conocido por ayudar a los pescadores que practican la pesca de atarraya


                                                                                                   





Avanza lentamente, casi levitando, remontando las aguas del mítico río, Ayeyarwady, el mismo que inspiró los versos de Rudyard Kipling y las crónicas de viaje de George Orwell.

De ahí que cuándo nos trajeron el desayuno, Ana estaba 'dormitando' y dejaron su bandeja en espera de que se despertase.








En sus márgenes se suceden estampas de tiempos inmemoriales:
mujeres lavando, campesinos cultivando arrozales, pescadores lanzando sus redes al atardecer, columnas de humo que se desvanecen en el cielo y cientos de estupas de color dorado, salpicando las colinas en el horizonte.

















Llevábamos 6hrs, de viaje cuándo se aproximó a la orilla y enseguida vimos a una pareja con equipaje, a los que acercaron con una barca.

Estos fueron nuestros unicos compañeros de viaje, hasta Mandalay.





 En su camino hacia el mar, del río emergen varias islas y bancos de arena que dificultan la navegación.
Durante muchos años la única vía para atravesar era el puente de Inwa.
                     











La parsimonia del río se apropia de la atmósfera del propio crucero.
Nada de prisas, tan solo hay que dejarse llevar por la corriente y deleitarse con la sucesión de paisajes, con un cóctel bien frío (o una cervecina), en la mano....














           Tiempo de fotos, lectura, música, un auténtico placer dejarse llevar.....


A las 11:30 el lunch:
un plato de vegetales en salsa
pollo, arroz y agua + café.


(también sirven cerveza, vino,... etc. pero con coste aparte, aunque al mismo precio que en tierra)


                                                                                                           










A las 14:30 nos sirvieron la merienda: torrijas y café




El último tramo, antes de llegar, un no parar de pagodas, agricultores en sus casas o trabajando en los campos, con los carros tirados de bueyes, los pescadores..... y ya llegando barcos de gran tamaño.


A las 15:30, diez horas después de salir, llegamos a Mandalay.



                                                                                 
     






Luego de ésta declaración de intenciones, queda claro que la experiencia, que recorre los 180 km. que separan las ciudades imperiales de Bagan y Mandalay, es un deleite para el alma, pero también para el cuerpo.


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Desde luego que lo ha sido. Gracias por comentar, Maria Angeles¡

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  2. Una maravilla de fotos¡! Apetece emplear el doble de tiempo en el trayecto.

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    1. Hay cruceros de hasta 10 días, creo, .....pero hay tanto que ver¡¡ que hay que seguir camino y a veces es bueno quedarse con ese buen sabor. Agradezco tu comentario, Jose..Un saludo :-)

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