sábado, 5 de marzo de 2022

DESPUÉS DE TI

Después de ti , es una colección de 24 fotos: historias de vidas ajenas y propias;

las que me he encontrado en cualquier rincón del Mundo; las de soledad y superación 

que me han acompañado en éstos últimos años.



Mi primera exposición es un recuerdo a José Antonio, el mejor compañero de todas mis

aventuras y parte del vehículo que me llevó a iniciarme en el mundo de la Fotografía.


Agradezco a José Ferrero su inestimable colaboración en la constitución de éste proyecto,

así como a las personas que me han acompañado en este periodo de tiempo. Yo sé quienes

son. Y ellos, también.



El rebaño bajo la tormenta

Desde Ardabil al Mar Caspio, (Sept. 2013) en algún lugar del camino, probablemente en Kaleybar, nos encontramos muchos rebaños de ovejas con sus pastores, con los que hablábamos más bien por señas.








Aseando la Mezquita

Mezquita Nasir-al-Molk (Shiraz, sept.2013)
Una de las mezquitas más hermosas de Irán: con vidrieras deslumbrantes, miles de azulejos pintados en el techo, y alfombras persas que cubren el piso.

Este lugar de culto es un hermoso arco iris de colores en todas direcciones; como entrar en un caleidoscopio.






    Mujer en el Bazar 

     Kerman, (Sept. 2013)








Escalando la duna

(Zein-O-Din, Oct.2013)
Desde Yazd alquilamos un coche que nos llevó hasta el Caravanserai Zein-o-din, dónde nos quedamos 2 días de camino a Kerman.

Construidos hace 400 años, los caravasares o caravanserais, eran construcciones a lo largo de las grandes rutas comerciales de Este a Oeste: posadas o estaciones de paso para caravanas de camellos, que generalmente constan de habitaciones dispuestas alrededor de un patio.

Una de las excursiones que hicimos fue a unas dunas cercanas al caravasar, dónde nos encontramos con una familia con 2 niños. La subida bastante empinada hizo que el niño se enfadase con sus padres por no querer llevarle en brazo. Después de un rato y en vista que nadie le hacía caso, decidió subir por sí mismo. En la cumbre nos quedamos hasta que ya anochecía, ellos 4 y nosotros 3. A falta de conversación por la dificultad del idioma, compartimos dátiles y tés que ellos llevaban.


    El Ciclista   (Berlín, 30.03.2016)

   Al mes justo de irse José Antonio me fui a Berlín.

 Necesitaba escapar, ni sabía de qué ni adónde,   pero fue un poco huir de todo lo que me había   sucedido. Fue mi primer viaje a solas, con la           cámara.






      Rayos de sol   (Oviedo, 19.09.2016)

 La niebla me apasiona y fotográficamente más   aún, así que mientras tomaba el café viendo esa     atmósfera, salí corriendo y lo pillé justo a tiempo.




   Jugando en las vías (Mae Khong, 06/10/2016)

   De camino a Birmania, mi amiga Ana y yo, nos     quedamos unos días en Thailandia. 

  Una de las excursiones fue a éste mercado.   Alquilamos un taxi para llegar temprano y evitar   los turistas, así que pudimos disfrutar a solas y sin   nadie de los 2 primeros trenes.

  La gente pasea tranquilamente comprando en el   mercado, a ambos lados de las vías hasta que el   sonido del silbato avisa del tren que llega: los toldos se levantan y separan  la mercancía que puede tocar el tren. Viene tan despacio que el conductor estira el brazo para recoger una bolsa con comida que se le acerca y pasa, sin parar, casi tocando nuestros cuerpos, hasta que desaparece... esperaremos al siguiente en sentido contrario dentro de una hora  ;) 




En el Puerto (Essaouira, 27.10.2017)

En Essaouira ya estuve varias veces. Es una ciudad preciosa y el puerto tiene una vida increíble.





Entre arrozales (Banaue, 28.02.2018)

Al norte de Filipinas, una zona montañosa, en la provincia de Ifugao. 

Para no perderse por los caminos que circulan entre las terrazas de arroz, recomiendan llevar un guía, así que nos acompañó el marido de la dueña del hotel dónde nos alojamos.

Salimos muy temprano para poder hacer el recorrido completo, hasta una impresionante cascada, escondida al final de las terrazas. 

Obviamente, luego hay que deshacer el camino y si primero fue todo descender, la vuelta fue subida.
Y, casi en lo alto hay una pequeña aldea, con una especie de bar, así que comimos algo para reponer fuerzas y disfrutamos contemplando aquellas mágicas vistas.




Buscándose la vida (Bantayan, 08.03.2018)

De todas las islas que visitamos en Filipinas, ésta es la que recuerdo cómo la más placentera, ideal para relajarse: esos amaneceres viendo a los pescadores dirigirse a sus barcas, las mujeres aseando a los niños en el agua antes de mandarlos a la escuela. 

Después de varios amaneceres, ya me reconocían y saludaban cuándo emprendían esas labores.




   The Carpathian Forest Steam Train (Viseu de    Sus, 16.11.2018)

  Maramures es la tierra del Mocanita, el tren de     vapor del Bosque de los Cárpatos, el conocido   transportador de leña de los últimos tiempos,   también de turistas desde principios del verano   hasta el otoño. Este tren atraviesa el Valle de     Vaser, en las montañas de Maramures, en el norte   de Rumanía, al lado de Ucrania... y es cómo si         llevara a la gente en un viaje en el tiempo. La vía     es muy estrecha, de solo 66,5 cm y fue construida   en el período interbético para satisfacer las   necesidades de los cortadores de leña en la zona.   Se sigue utilizando con el mismo fin hoy día. Es   el  último ferrocarril forestal de Europa que sigue   funcionando y que se usa.


  Vuelta al pasado  (Mocanita, 16.11.2018)

 El tren descarriló 3 veces a la ida y una a la   vuelta.  Al poco de arrancar nos dieron un   desayuno y al final del trayecto y antes de dar la   vuelta, la comida. Hacía un frío horroroso afuera.   En el tren y gracias a las estufas que   alimentábamos los pasajeros con leña, bastante   bien, pero para la comida, mientras el tren iba a   dar la vuelta, en una especie de área recreativa,   aunque estaba cubierta, no había manera de   aguantar aquel frío. Tenían una especie de vino   caliente, como el 'fervidillo' asturiano, que nos   vino genial!.




  Vuelta a casa (Mocanita, 16.11.2018)

  Los paisajes y la aventura con sus   descarrilamientos, el frío y todo lo que vivimos,   mereció la pena, aunque tuvimos que cambiar los   planes y volver a quedarnos en Viseu de Sus. 

  (Regresamos con 3 horas de más y ya   anocheciendo).





En la puerta (Salalah, 27.01.2019)

Para llegar a Salalah, hicimos casi mil km.en coche, por el gran desierto Rub al Khali, desde Nizwa.

Salalah está muy cerca de Yemen y es la capital de la región de Dhofar, la más rica y famosa también por el incienso y sus oasis y temperaturas más frescas es la zona de veraneo de los Omaníes. 

Un lugar para quedarse un tiempo, desde luego, exento de turistas.





En la Mezquita (Salalah, 27.01.2019)

Nos encontrábamos totalmente solas en ésta Mezquita, que curiosamente es de las pocas que permiten la entrada a los no musulmanes.
Incluso, en la entrada, nos regalaron unos libros (religiosos) que tenían en español.










Días de Pesca  (Masirah Island, 30.01.2019)

Masirah se encuentra en el mar de Arabia. Viajamos con el coche en un ferry y allí nos quedamos unos días. Pocos... porque es de esos sitios que un@ se iría para perderse o para encontrarse. 







Charla en el desierto (Wihibah Sands, 04.02.2019)

Para ir al desierto, nos recogieron en una gasolinera dónde dejamos nuestro coche y en un 4x4 nos trasladaron al Campamento que habíamos elegido para alojarnos. 
Wihiba Sands es el más accesible de todos los desiertos que hay en Omán.

Hay varios campamentos que ofrecen diversas formas para alojarse, desde lodges con todas las comodidades, hasta tiendas de campaña.
Hay escaladas y descensos por las dunas con el 4x4; excursiones en camellos y música y bailes por las noches después de cenar. 
Merece la pena ésta aventura.



    Complicidad
, (La Espina, 25.08.2019)

   Un hallazgo encontrarme de camino a la casa de     Las Rubias con éstos paseantes.









Caballos bajo la lluvia (Kirkjufell 21.09.2919)

Al otro lado de la montaña de Kirkjufell, entre tormenta y tormenta pastaban tranquilamente unos caballos parecidos a los asturcones.














Vamos a la iglesia (Budir, 21.09.2019)

Cuándo llegamos había como 2 autocares y varios coches. David se fue hacia la playa y yo estuve dando vueltas alrededor de ésta iglesia, que me encantó. Pasó tanto tiempo que marcharon todos los turistas y sólo quedamos nosotros y unos cuántos lugareños que se acercaron poco después que el sacerdote.





  El hombre del paraguas (Urbasa, 06.11.2019)

  Otro viaje que hice a solas, por segunda vez, a     ver el otoño en Navarra. 









  Perros en la playa (Bayas 01.01.2020)

  Al empezar cada año me gusta acercarme al mar.

  Me da buenas vibraciones.









    Caminos lejanos (Bayas 01.01.2020)











  Rayos de luz (Oviedo, 02.05.2020)

   Primer día de salida del confinamiento.




















martes, 1 de noviembre de 2016

BIRMANIA XIV: Mawlamyine y Kyaiktiyo (Golden Rock)

Mawlamyine, capital del estado Mon es una agradable ciudad tropical, la cuarta mayor del país, de la etnia mon.
Durante la colonización británica fue un importante puerto. En la rivera oriental del Thanlwin,, la ciudad ha conservado bastantes edificios coloniales y una deliciosa atmósfera de tiempos pasados.

Hay una calle comercial, donde están los bancos y tiendas. Es el único sitio dónde no nos pusieron pegas para cambiar más de 100€ por persona.
Es una ciudad muy tranquila y agradable, sin turismo ninguno y dónde la gente invita al té, a conversar... a lo que sea. Son encantadores.

En los alrededores del hotel había un monasterio medio abandonado, aunque luego apareció por allí algún monje y mujeres acarreando cestas y limpiando el interior.
Un señor sacando arroz a ventilar o secar y lo echaba en la entrada.
Ese mismo y otros dos monjes nos invitaron a pasar adentro y comer.

La niña que iba con una de las señoras no se soltó de la mano de su madre y se escondía asustada de vernos..







Después de comer salimos para ir caminando hasta las pagodas Mahamuni (la más grande) y la Kyaikthanian, cuya estupa es la más alta de la ciudad y que hay unas vistas extraordinarias de la ciudad y el río al fondo.





En el trayecto y en una calle muy próxima al hotel estaban haciendo el firme, con arena y alquitrán, todo muy casero, a mano directamente., mujeres y hombres: ellas con cestas cargadas de arena y ellos esparciendo y echando el alquitrán.










Asomados a las puertas y contemplando el espectáculo todos los vecinos que, al aparecer nosotras ya perdieron interés por el asfaltado y no paraban de llamarnos: minga...la báaaaa!!!!! para que departiésemos con ellos, un té, conversación,... lo que fuese¡
Nos invitaron a zumo de granada y nos hicimos unas fotos.






Se nota que por aquí no están acostumbrados al turismo, se sorprenden al vernos, algunos niños se asustan, aunque por lo general todos sonríen.
Para llegar a la parte alta dónde las pagodas, pasamos por un barrio muy humilde, los niños andaban medio desnudos, entre chabolas, gatos y como ya oscurecía y sin luz, casi tuvimos que sacar el móvil para iluminar, pero a pesar de ello, nunca temimos por nuestra seguridad.


Llegamos arriba con el tiempo justo para ver el sol ocultarse en el horizonte.
Ya después, más tranquilamente dimos una vuelta por todo el recinto y pensando que volveríamos otro día.


Nos encontramos tan a gusto en ésta ciudad que decidimos quedarnos un día más.
De hecho habíamos valorado la posibilidad de irnos a uno de los sitios que hay de playa para descansar los últimos días, pero preferimos hacer la visita a ésta zona que es menos turística y acertamos plenamente.
Lo disfrutamos todo mucho más tranquilamente. Nos sentábamos en la terraza del hotel Strand, a merendar o tomar una cerveza y también algún masaje.

En la calle del puerto, está el mercado y una gran antigua lonja de pescado, todo con mucha animación.


Al día siguiente, nos fuimos a Bilu Island, en un ferry que sale a las 10:45, pero aprovechamos un poco antes para contactar por la zona del puerto con algún taxista.
Y cuándo estábamos buscando para tomar un zumo antes de subirnos al ferry, vimos un taxi que aparcaba y nos acercamos. Él no entendía nada de inglés, pero la señora y los dos chicos que se bajaban, lo suficiente para servir de traductores.
Así que ya tenemos taxi para Kyaiktiyo por 45.000 (la mitad de lo que nos pedían en el hotel).
Y además quedamos para hacer  las excursiones cercanas, la del buda acostado y Kyauktaalon Taung (Hillock).


Para recorrer la isla alquilamos dos motobikes, así les llaman a los taxi-motos y hasta las 14:30 nos dio tiempo a pasar por varios pueblos, pagodas, bosque y también a orillas del mar, el Mar de Andamán.

Cuándo regresamos a la zona del puerto dónde llegamos, ni barca, ni ferry, ni nada que se le parezca. Además no había, apenas, gente esperando.... hasta que llegó lo que viene siendo una patera: 4 tablas atravesadas. Y así cruzamos los 14 que eramos en total y 2 motos!..... con el viento a toda vela.



Al día siguiente se presentó nuestro driver a las 8 en punto, tal y como habíamos convenido, lo cual nos alegró mucho al comprobar que la traducción había sido efectiva.
Lo malo es que traía un amigo con él que habla inglés, incluso español, decía... :)
Lo bueno que lo largamos nada más llegar ;)




Primero nos llevó al santuario budista, Kyauktaalon Taung (Hillock), en lo alto de la roca y cómo ha hemos visto en otros, al final los escalones se dividen a dos puntos distantes dónde en uno el cartel indica que está prohibido a las mujeres.




Nosotras solas y el conductor que no pensaba subir, pero luego se animó.

No encontramos a nadie, ni subiendo, ni arriba, ni después al bajar.

Escalones para aburrir!!
 y muy empinados, pero merecía la pena. Una vista excepcional




Después fuimos al Buda reclinado que es enormeeee¡¡¡¡

No pensábamos subir, pero después de lo anterior y el pequeño descanso que nos tomamos en el coche (están bastante cerca), volvimos a repetir escalones, que al final era bastante más de lo que imaginábamos.
A la vuelta, allí sentados a la sombra del chiringuito que hay abajo, estaba nuestro conductor y sorpresa¡¡ con el triskas (el amigo) que no quisimos que nos acompañase. Menos mal que nos libramos de él, porque es de esos que no para de hablar y de preguntar,... en cinco minutos nos agotó!
























A la vuelta pasamos de nuevo por la pagoda para ver la puesta de sol y despedida.

Mañana Kyaiktiyo y la Golden Rock: últimos días de viaje ya!


















El viaje hasta Kyaiktiyo fue muy tranquilo.
Ana había pasado mala noche y no sabíamos cómo resultaría el viaje, pero se fue reponiendo.






Para buscar un aseo y a falta de gasolineras, el conductor me llevó a los que hay en una pagoda.
Era a mitad de camino y Ana ni se bajó. (Thaton)
No pude reprimir el placer de darme un par de vueltas porque aparte de estar casi en soledad, era una verdadera maravilla, hasta los suelos merecían alguna foto...




Cuándo llegamos a Kyaiktiyo, nos costó encontrar el hotel y es que ya nos pasó en otras ocasiones que la dirección que figura en booking, no es todo lo precisa que hace falta y dimos varias vueltas.

El hotel tenía restaurante y decidimos comer algo allí, para no movernos mucho y descansar algo, a ver si Ana se recuperaba lo suficiente para subir a la Golden Rock.
Las 2 horas de siesta le sentaron bien y dijo que le apetecía subir, así que teníamos que gestionar también lo del taxi para mañana volver a Yangón y lo haríamos en el centro del pueblo, desde dónde salen los camiones que suben a la Golden Rock, la única manera de llegar allí.



Eran las 3.30 pm cuándo subimos al camión y eso de por sí ya es una aventura.
Hay unas 9 filas de bancos muy estrechos, fijos al suelo, en la caja del camión, que está abierto por los laterales. Unas 6 personas por banco. (hay que compensar gordos con delgados para que entren los 6).
Y son unos 12 km. para subir a lo alto de la montaña, subidas y bajadas impresionantes: Una montaña rusa auténtica, además, por la velocidad que llevan esos camiones.
Y las curvas? Cuándo se inclina para el lado que va uno, rezas para que no se echen todos encima, eso si no vuelca, pues es la impresión que se tiene.

Al llegar, ya nos advierten que el último sale a las 6.

La Golden Rock es una roca con su pequeña pagoda cubierta de pan de oro, que parece que está suspendida o que se vaya a caer.
La leyenda dice que es justo un pelo de Buda quien la mantiene en su sitio, de ahí lo sagrado que se considera al lugar

Aparte de encontrar una zona de rezos, podemos ver Kyaiktiyo y las impresionantes vistas de la zona e incluso el mar de Andaman. Las ofrendas (cubrir con pan de oro un trozo de la piedra) solo están permitidas hacer a los hombres.
A las 5,30 decidimos ir dónde los camiones y, como suponíamos, se retrasó un viaje y nos tocó el viaje de vuelta ya anocheciendo, con lo cual casi mejor, ojos que no ven.... ;) 

Mañana para Yangón, aunque aún quedan 3 días más, esto ya huele a final de viaje.


DATOS PRÁCTICOS:
MAWLAMYINE:
Hotel Queen Jamadevi 39€ noche (no recomendable, aparte de estar muy alejado del pueblo)
Hotel Cinderella : 59€ noche superior con balcón
Ferry Bilu Island: 2,80€ (2 billetes)
2 motobikes Bilu Island: 7€
masajes hotel Strand: 10€ (2 personas)
taxi Buda reclinado: 12€
peluquería hotel Strand: 7€ (2 personas)
KYAIKTIYO:
Hotel: 41€
bus Golden Rock 2,80€ (2 personas)
Taxi a Yangon: 72€