viernes, 28 de octubre de 2016

BIRMANIA XII: Pindaya, Kalaw

A las ocho y media, como siempre, el taxi nos estaba esperando. El destino de hoy era KALAW, aunque habíamos concertado la parada en Pindaya, para visitar las cuevas que alojan a unos 8.000 figuras de Buda.

Antes de subirnos al coche y ante el problema que hay con el idioma, le llevamos a recepción al conductor, para que allí le explicasen la necesidad que teníamos de parar en alguno de los pueblos de camino a ver si encontrábamos algún banco.
Era un chavalín muy joven, que de inglés: toilette, stop y poco más, pero fue el más prudente en la conducción. Incluso a veces demasiado despacio, pero el paisaje, las vistas, eran para disfrutar.
De los trayectos por carretera más placenteros, los paisajes cambiantes, con verdes muy distintos al igual que los tonos de la tierra.
Diferentes cultivos: arroz, té....y campesinos en los campos.
Y, como en todas, muchas mujeres trabajando en la reparación y conservación de las carreteras.




Llegamos a Pindaya a las 11.30 y nos llevó con el coche hasta arriba del todo, donde queda el último tramo de escalones o el ascensor.

A la entrada hay unas figuras grandes de un arquero y una araña.
Según la leyenda, la araña era un espíritu que rapto a siete princesas en un día de tormenta cuando ellas habían buscado refugio en la cueva. El arquero representa el príncipe que las liberó tras matar a la araña.



















Desde esta entrada se puede subir a la cueva por las escaleras que hay a mano izquierda o gratis por el ascensor que está al lado.

Ana enseguida decidió que el ascensor, así que no se hable más¡





La entrada cuesta unos 2 € y si se van a hacer fotos con cámara, hay que pagar por un papel justificante que permita hacer fotos, unos 50cts. pero la verdad que no merece mucho la pena, ya que la luz es tan escala que lo que se puede hacer sin flash es suficiente con el móvil.




Son unas ocho mil figuras de diferentes materiales, formas y tamaños, que los fieles han depositado en esta caverna natural de piedra caliza que se abre en medio de una pared casi vertical.
Una empinada y larga escalinata conduce hasta la entrada.
Una vez dentro, impresiona la concentración de estatuas.
Hay que ir descalzo y se considera irrespetuoso apoyarse en las estatuas.
Caminamos entre ellas, aunque en algunos tramos es necesario agacharse para penetrar en diminutos agujeros igualmente superpoblados de budas.









Ya en el exterior, el espectáculo no desmerece, pues hay una increíble panorámica de los alrededores.
Al pie de la gruta, el pueblo esconde pequeños talleres donde se fabrican, con papel y bambú y de forma artesanal, las gráciles sombrillas de color terroso con que los bonzos protegen del sol.
    

Entre budas y flautas salimos de allí a las 12,30 y le comentamos a nuestro 'driver' de ir a comer.
Nos llevó a un sitio bastante turístico, pero con muy buena pinta, al lado del lago, en Pindaya.
Está por encima de 1500m. o sea que no hace tanto calor como en el resto.
Comimos bastante bien, con el vino que ya habíamos probado en otros sitios, el Red Mountain y a la hora más o menos, cuándo empezaba a llover, salimos hacia Kalaw,

La carretera hasta Kalaw es una maravilla, aunque no parase de llover en casi todo el trayecto.
Campos de sésamo en flor dando el tono amarillo intenso, los verdes del arroz y los campos recién arados color rojizo intenso.
A finales de octubre los campesinos se afanan en recolectar sus coles... millones de coliflores. Por todas partes gente trabajando en el campo y carros de madera tirados por bueyes transportando la cosecha hasta los puntos de reunión, donde los cargarán en camiones para venderlos por el resto del país.

Aquí cuando se pone a descargar, entre que cae de aquella manera y no hay riego ni conducción ninguna, se forman unas riadas de la leche.
Y en esas llegamos al hotel de Kalaw: muy guapo, en una colina con vistas al pueblo, una habitación inmensa, con 2 camas enormes, la wifi mal y como no dejó de llover, tampoco era plan de bajar al pueblo, y como no teníamos mucha hambre pedimos una ensalada, pizza y cerveza.
La cerveza del tiempo, o sea caliente, caliente



Se acercó el maitre a preguntarnos qué tal y le dijimos que la cerveza del tiempo, o sea calentita¡
No problem¡¡ que la cambiaba...
pero al segundo... ohhh, sorry¡¡
que no tienen fría. Entonces le pido un cubilete con hielos para meterla.. ok¡ ok¡
Llego el cubilete con agua fría, pero sin hielo y metemos la mitad de la cerveza, pues menos mal que anduvimos listas, ya que tienen la costumbre de servir la botella entera.


La ensalada bien, pero la pizza... se les había caído el bote de sal entero. No había manera de comerla.

Y viene justo en ese momento a preguntarnos. Le digo que la ensalada bien, pero la pizza muy salada. Y nos volvió a mencionar lo de la cerveza, echando la culpa a los de recepción por no comunicar la ocupación del hotel. Que debíamos hacer allí la queja a ver si se enteraban.
¡encima mal rollito¡
Le dije 'no te preocupes que ya sé yo dónde hacer la queja: en booking y en tripadvisor.. (todo ésto con una sonrisa y sin alterarme).
Él y el camarero de turno que le acompañaba siempre, se alejaron, con unas risitas nerviosas y sin saber qué contestar.



Y es que si no había quedado patente la profesionalidad del restaurante, aún nos quedaba un buen ramillete de demostraciones.

Después de haber pagado y cuándo ya salíamos por la puerta, se presenta el maitre con el dinero de las cervezas y disculpándose.
Venía de recepción, de comentar la jugada con toda seguridad y le dirían que a ver si reparaba la avería.
Le admitimos las disculpas, pero el dinero no, obviamente....





Al día siguiente fue un día de esos que siempre hay, incluso aunque no lloviese tampoco pensábamos hacer muchas más cosas que dar unas vueltas por el pueblo y de paso las gestiones que teníamos que hacer: conseguir un coche para ir a Bago por un precio razonable y sino ver la opción del tren o bus.


La gente es muy amable y enseguida que intuyen que buscamos algo, se acercan a preguntar. En éste caso era un señor en moto y con muy buena apariencia. Mientras le preguntaba por agencias o dónde localizar taxis, enseguida llamó a otro para que nos llevara a una de ellas. Pero no era una agencia de viajes, era una tienda, un estudio de fotos; llamó por tfno a otro que se presentó en una moto y nos pedía 180.000 kyats.
Nos pareció mucho y lo dejamos para ir a mirar otras opciones, pero las agencias ..es increíble, nos pedían 300.000 kyats. No están acostumbrados a que se alquile un coche por 2 personas o yo que sé. No es normal.
Después de andarlas casi todas, entramos en una que de entrada empezó pidiendo 200.000 y llegó hasta 150.000 kyats (90€).










Los autobuses salen a las 17,30 y 18,30 y los más cómodos (dicen), son los que salen a las 18,30. Cuestan 18.000 kyats, aunque luego he visto que cobran también por los bultos de equipaje que se lleven. Tardan 10hrs y se llega a Bago a las 4 de la madrugada.




Así que, dimos alguna vuelta y lo estuvimos valorando, pero enseguida nos decidimos por el taxi.

Aquí no íbamos a conseguir nada mejor. Son de sota,caballo y rey y como les pongas un caballo, ya disparan al aire.

El turismo que llega a Kalaw es básicamente para hacer el trekking al lago Inle, de hecho era todo lo que ofrecían las agencias. Y, estaba claro que no se les había planteado lo que les estábamos pidiendo.






Con éste tema ya resuelto y antes de que cayera la primera tromba del día, dimos una vuelta por el mercado, que estaba increíble, a pesar de tener que ir pendientes de los charcos del suelo, esa luz que precede a la tormenta y ese colorido, los reflejos en los charcos, la gente de un lado para otro....











No iba muy sobrada ya de tarjetas de memoria así que me compré una (9.500kyats) y de paso me informaron de una buena óptica para reponer las gafas de sol que perdí en el lago Inle.

Muy parecidas y también Ray-ban (2.500kyats) menos de 2€,..jeje

(el gorro no me lo compré, pero a que era molón? )

Desde Kalaw salen la mayoría de los trekkings que se hacen en Myanmar, y que van al lago Inle.
(Suelen hacerlo en 3 días por unos 36$/persona en grupos de 6 máximo e incluye los 3 días de ruta, guía, cocinero, comidas, alojamientos y el transporte del equipaje hasta el hotel del lago Inle y la barca hasta Nyaung Shwe).


En éste enlace hay información interesante sobre los trekkings y en particular el que va al lago Inle:

https://www.tierrasinsolitas.com/informacion-sobre-el-trekking-kalaw-lago-inle/











También se puede caminar desde el pueblo (una media hora) hasta Shwe Oo Min Paya. En esta cueva se pueden ver diferentes estatuas de Buda. Dicen que tan bonitas como las de Pindaya.
Nosotras no fuimos, pues el día no estaba para arriesgarse tanto. Llovía a cada rato....Y ya vistas las de Pindaya...








En los alrededores de Kalaw también hay una serie de pagodas y miradores donde se puede echar un ratillo.


Y no hay mucho más, de todos modos me gustó el ambiente, aparte del mercado tan colorido y animado.




















Teníamos ojeada una terraza para cuándo empezase el chaparrón y llegamos con el agua ya cayendo.

Allí nos tiramos casi 2 horas esperando que amainase, un sitio ideal para observar a la gente como se mojaba o como se guarecía.











Aprovechamos un momento que paró y tan ricamente nada más llegar a la calle, con las piscinas que se forman, un zoquete que pasó con el coche, me dejó, que tuve que desmontar la parte inferior del pantalón del aguacero que me echó.
El restaurante aunque tenía buena pinta, nada del otro mundo. Cuándo salíamos volvía a llover, así que decidimos sobre la marcha comprar algo de provisiones, para no volver a bajar al pueblo para la cena y en el restaurante del hotel ya se sabe lo que hay .....


Justo al salir de la Bakery, pillamos un taxi y nos metimos sin preguntar precio. No era plan de andar regateando bajo el aguacero, así que cuando llegamos al hotel nos suelta que 3.000¡¡
Le miro y le digo a Ana que le de 2000 y vamos,con propina y todo!
Se le escapó la risa y ni lo discutió.



Al llegar, salieron del hotel con paraguas a la puerta del coche a recibirnos, uno por cada puerta...

y en recepción nos paran para disculparse por el tema de la cerveza y que podíamos consumir lo que teníamos en la nevera (a cambio de la calentita de la cena) ...

Ya nos daba apuro y les dijimos que vale, que no se preocupasen...

Pues no se debieron quedar muy tranquilos porque no llevábamos ni 10 min. en la habitación cuándo llaman y se presenta la recepcionista y otra chica con una bandeja y las cervezas con unas jarras... todo muy frio¡¡¡¡
No estuvo mal como despedida de Kalaw, viendo llover a través de los cristales, esas cervecitas frías de verdad con los sandwiches para la cena.


Al día siguiente, partimos hacia Bago, quedamos a las 8 con el conductor y nos aseguramos que a esa hora estaría abierto el restaurante para el desayuno. Nos dijeron que a partir de las 7 estaba todo disponible.

Pensamos que después de tanta atención y disculpas por los fallos anteriores, no habría nuevos capítulos, pero sí... sí que los hubo¡.

Y eso queda ya para el próximo:

De Kalaw a Bago.







Hotel: Dream Mountain Resort
Habitación Doble Deluxe con desayuno 66€ por noche



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