Omán, el país del incienso, los hombres de blanco y los árabes del mar.
El viaje que originó la realización de estas fotografías, lo realicé en compañía de una amiga.
Alquilamos un coche y recorrimos el país desde los fiordos al norte, en Musandan, para adentrarnos después en el interior del país, descubriendo unos paisajes increíbles, costumbres y modo de vida muy distintos al resto de países árabes que conocemos.
Más de cinco mil kilómetros en 6 semanas aprox. siendo unos mil quinientos aprox. cruzando el desierto Rub-al-Khali, para llegar al sur en Dhofar, a la región del incienso que tan famosos y ricos les hizo en la antigüedad.
Los hombres visten dishdasha blanca generalmente, las mujeres de negro y con la cabeza cubierta, incluso una máscara (la batula) de un metal fino forrado de tela que cubren la punta de la nariz, labios superiores y cejas, tradicionalmente usada por mujeres mayores, sobre todo en las zonas rurales. Esta tradición no se ve entre las generaciones más jóvenes.
Vimos a los omaníes de las montañas, los agricultores, pastores y también a los omaníes del mar, pescadores. Todos muy amables y hospitalarios. Hablamos con mujeres de distintas clases sociales y nos sorprendió positivamente sobre la idea que llevábamos preconcebida. Ellos estaban tan interesados como nosotras de saber del modo de vida fuera de su país.