Amanece un buen día. Como todos; hasta ahora no hemos visto una gota de agua.
Desde bien temprano barcas procedentes de los poblados situados río arriba y río abajo fueron llegando para el mercado matinal que se celebra todos los domingos en Muang Ngoi. No es muy grande lógicamente pero sí colorido como lo son todos en Asia.
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Hoy tenemos prevista una larga jornada de viaje por el río Nam Oum y Mekong hasta Luang Prabang. La primera etapa, hasta Nong Khiaw, dura sólo una hora y transcurre sin novedad de tal modo que a las 10,30h estábamos allí. Queda el tramo Nong Khiaw a Luang Prabank que dura seis horas río abajo. Cuando estuvimos en Nong Khiaw días antes habíamos visto que en el cartel de precios venia la posibilidad de alquilar una barca privada con 8 asientos (cómodos butacones) por 1.500.000.- lo que supone unos 160 euros. Nosotros no queríamos hacer el viaje en la barca normal (11 euros persona) por la incomodad de aguantar tantas horas con poca movilidad y porque además no nos permitiría disfrutar del viaje plenamente. Por eso el día anterior hablamos con Guada y Javi de la posibilidad de alquilar la barca entre los cuatro. Esa misma mañana hablamos con dos chicas ( Irina y Videlina ) que también querían ir a Luang Prabang y les pareció bien nuestro plan por lo que ya éramos seis personas. Bueno, pues en Nong Khiaw hablamos con el encargado y la contratamos pero a la hora de subir a la barca los que habían sacado el billete normal también entraron y se sentaron sin atender a nuestras explicaciones de que era una barca privada con un precio distinto. El barquero pretendía llevarnos a los que habíamos contratado los asientos y a los demás cobrándoles el precio normal aunque no irían sentados en los asientos cómodos sino el los tableros que tenían. Esto nos demoró la salida casi una hora y tras las buenas gestiones de Javi al final salimos los seis solos y los demás tuvieron que esperar a una barca normal. Sobra decir que el viaje de seis horas no se hizo nada largo; fué cómodo como pensábamos y pudimos disfrutar de una navegación plácida ( los rápidos no eran importantes) disfrutando del maravilloso paisaje y de las numerosas escenas que la gente de los poblados ribereños nos ofrecía. Después de cinco horas el Nam Ou se junta con el Mekong (del que es afluente) junto a las cuevas de Pak Ou; allí paramos a comer en un restaurante flotante con vistas extraordinarias de los dos río y el paredón de piedra donde están las cuevas.
Mejor que relatar es dejaros unas pocas fotos.
La llegada a Luang Prabang fue como volver a "casa". Guada y Javi se alojaron al lado de nuestra guesthouse, que estaba completa. Al poco de llegar recibimos un efusivo saludo de Lynn y Norm, una pareja de canadienses que ya conocíamos de nuestra estancia anterior en Luang Prabang porque se alojaban en el mismo sitio que nosotros; mientras estuvimos en el norte ellos habían visitado las cascadas de Kuang Shi y algo de los alrededores; suelen alquilar moto para recorrer algunas zonas y son una pareja sumamente agradable.Recuperamos nuestras maletas, nos conectamos de nuevo a internet, disfrutamos del mercado nocturno, de una buena cena y de unas cervezas en Utopía ( un lugar muy recomendado por todos los viajeros y foreros que no es más que un agradable lugar con música occidental; interesante sólo a medias; casi todos viajeros y guiris; un poco de occidente en Luang Prabang; bajo mi punto de vista prescindible aunque tiene su interés..).
Previamente habíamos conseguido un billete de avión a Vientiane para el día siguiente ya que no queríamos darnos una paliza de minivan para volver a recorrer la misma ruta que hicimos cuando llegamos.
Abandonamos esta mágica ciudad que nunca olvidaremos y a la que algún día regresaremos. Siempre quedan cosas por conocer y sobre todo, experiencias por vivir.
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