Luang Prabang . (¿La ciudad más hermosa del mundo?).
Puede resultar pretencioso decir de una ciudad que es la más hermosa del mundo, sobre todo si uno no las conoce todas. En este caso la ciudad soñada o imaginada coincide o supera las expectativas que teníamos puestas en ella. Su tamaño, la parte que interesa se recorre a pie cómodamente, su situación ( la parte de interés esta situada en la confluencia del Mekong y el río Nam Khan); los árboles con flores entre casa y casa y en el las calles; los edificios coloniales, sin alturas que destruyan su perfil; las sombras de las numerosas terrazas, construidas sobre pilotes de madera que se asoman al Mekong y al Nam Khan; las túnicas azafrán de los monjes que deambulan por la ciudad; la magia de sus templos ( y son muchos, cada manzana tiene uno); el fabuloso mercado matinal en el que se vende todo tipo de verduras, peces, ranas ; la tranquilidad de sus calles y la amabilidad de sus gentes....y muchas cosas más hacen que uno se enamore de esta ciudad nada más poner el pie en ella. Y eso que nosotros llegamos al atardecer, con lo que , mientras nos alojábamos llegó la noche y en esas condiciones resulta más difícil orientarse...pero todo queda cerca aquí; lo primero acercarse a la orilla del Mekong, ver los locales iluminados (preparándose ya para las fiestas que mencionaremos más adelante). Algúna barcaza aún cruza el río guiándose por las luces de la orilla, la gente pasea tranquilamente y tomar la primera Beer Lao en una terraza sobre el río te hace sentir realmente feliz y dichoso de poder estar en un lugar único. Si a ello se une cena en el magnífico Blue Lagoon solo queda ir a descansar para seguir viendo el paraíso al día siguiente.
Llegamos al hotel que teníamos 'ojeado' y en apariencia estaba bien, así que nos quedamos. Pero en una de las habitaciones no funcionaba el aire acondicionado y después de dar vueltas y vueltas a las 5 de la mañana (una hora muy buena para ver a los monjes) decidimos tirarnos a las calles....
Todas las mañanas, al alba, con las primeras luces del día los mojes de los numerosos templos recorren las calles, descalzos, y la gente, mujeres generalmente, van depositanto alimentos en los recipientes que llevan. Esto es lo que recibe el nombre de Binthabat. Esa es la comida que tendrán para el día. Esta ceremonia termina entre las 7 y las 7,30 horas. El ambiente es realmente emotivo; el color azafrán de las túnicas, el desfile silencioso y ordenado de los monjes y la fé de los fieles que entregan la comida hacen de este acto, puramente religioso, una experiencia única que queda grabada en la retina y en el corazón mucho mejor que lo que las fotos muestran. Uno siente que, al hacer las fotos, está invadiendo y contaminando los sentimientos de aquellas gentes....pero es difícil resistirse (por otra parte nadie pone ningún impedimento, al contrario, las mujeres te invitan a sentarte junto a ellas y compartir la experiencia). Por lo tanto, con todo el respeto que pudimos mostrar, intentando no interferir, compartimos esa extraordinaria experiencia. Pero no cabe duda de que es un reclamo turístico de primer orden y aunque en esos días no había muchos turistas en la ciudad las cosas cambian cuando aumenta el número de extranjeros.
Por lo tanto, compramos comida (muchas personas la venden, no sólo a los extranjeros, también a los nativos o visitantes de otras partes del país ). Después de desayunar decidimos buscar otro hotel y encontramos una Guest House muy bien situada frente al Palacio Real, en pleno centro de la 'movida', la nocturna sobre todo (el mercadillo) y mucho mejor y más barato.
Vista desde Pou Shi |
Fiestas en Luang Prabang.
Uno de los motivos por los que comenzamos el viaje en estas fechas era para hacer coincidir nuestra estancia en Vientiane o Luang Prabang con las fiestas que se celebran en esos días y como toman como referencia la luna llena no sabíamos exactamente en que lugar nos coincidirían. Una vez que estábamos en Luang Prabang nos enteramos de que la fiesta principal tiene lugar el dia 31 de Octubre por lo que prologamos nuestra estancia en esa ciudad hasta ese día.
Son las tres las fiestas que esos días se celebraban ( en todo Laos, pero en Luang Prabang y Vientiane tienen una resonancia y colorido muy especial por ser una ciudad más grande Vientiane y por ser Luang Prabang la capital de budismo en Laos ) y son las siguientes:
Bun Awk Phansa : Celebra el final de la temporada de lluvias y también el final del retiro de tres meses de los monjes. Con ese motivo los monjes se hacen visibles por todas partes y todas horas; la gente les lleva comida, hacen fiestas en los templos que engalanan con guirnaldas, luces, velas, dragones..etc.
Bun Nam: Es el festival de la carreras de barcas. Durante los días previos los diferentes equipos entrenan en el Mekong y es un espectáculo lleno de color; los partidarios de cada barca ( en realidad son largas canoas con no menos de 20 remeros) animan a su equipo y la ciudad es una fiesta. El día 31 tendrá lugar la competición final en la que se determina el ganador.
Lai Heua Fai: Desde bastantes días antes cada templo ( también barrios y pueblos de los alrededores) construyen barcas decoradas con multitud de formas, colores y las llenan de velas y luminarias. El día 31 de Octubre, en la tarde, desfilan por la calle principal con multitud de gente que acompaña a su barca, con las velas encendidas....es un espectáculo lleno de color y alegría. El final del recorrido es el templo Wat Xieng Thong ( el más espectacular de la ciudad) donde eligen la embarcación ganadora...a continuación se echan al Mekong, al mismo tiempo que mucha gente también echa pequeñas ofrendas de flores sobre hojas de banano, con vela, y el río ofrece ese maravilloso navegar de las barcas, iluminadas, y de las ofrendas.
Al bajar, decidimos ir a comer a orillas del Mekong, atraídos además por el bullicio de gente y el consiguiente ruido que hacían animando a los equipos de remeros que compiten en éstas fiestas.
Caballitos. |
Poco después de ésta foto, a Ana se le cayeron las gafas .... al río!!! Bueno, afortunadamente había una orilla en pendiente que, aunque lo intentamos, terminó por rescatarlas el camarero, con aplausos generales.... jajaja!
Entrenando para las carreras. |
Unos animaban a sus remeros favoritos, otros comían en los numerosos puestos; más allá el camino se adentra hasta una zona despejada del campo en el que hay instalados unos caballitos muy rudimentarios en los que los más pequeños se divertían; un pequeño templo lo contemplaba todo y nosotros deambulamos por allí dejándonos invadir por esa explosión de alegría de la gente y por el colorido de la fiesta. Ya al atardecer, volvimos a cruzar el río y regresamos a la ciudad. El sol se ponía al fondo, Mekong abajo, y dejaba hermosas imágenes como esta.
El precio del ferry eran 15.000 (1,5€) c/u y a la vuelta enseguida llegaron a pedirnos el dinero, antes incluso de arrancar; de hecho a mí me mosqueó un poco, pero los que estaban al lado que eran nativos pagaron sin problema y yo hice lo mismo. Al poco de arrancar el ferry viene otro con más pinta de cobrador pidiendonos el importe otra vez.... ¡menos mal que les había pasado a los otros que en su idioma se entendían! (y así quedó la cosa... )
En el ferry (arriba y a dcha)
Dragón iluminado. |
Encendiendo las candelas. |
Encendido de globo. |
Para finalizar el día nada mejor que un buen masaje y una estupenda cena en el
Coconut Garden.
Tat Kuang Si.
A unos 30 Km de la ciudad quedan estas marvillosas cascasdas, situadas en medio de un bosque tropical. Para ir cogimos un tuk-tuk para los tres que nos llevaba, nos esperaba el tiempo que estuviéramos visitándolas (estuvimos unas tres horas) , y nos traería de regreso a Luang Prabang.
Piscinas naturales. |
Vista de las piscinas. |
Cascada principal. |
Vegetación tropical. |
Escolares de regreso. |
Terminado el recorrido abandonamos las cascadas, no sin antes tomarnos un buen zumo de fruta bien fresco, y regresamos en el tuk-tuk...el aire hacía más placentero el viaje y aliviaba el fuerte calor. El camino se hace muy entretenido viendo las casas, la gente que va y viene, los niños que regresan del colegio..etc..
(dónde haya una cervecita fresca, no hay carantoñas que valgan....)
De Buda, monjes y templos.
En Laos, al igual que otras zonas del sudeste asiático, se practica el budismo Theravada. Los interesados en el tema pueden consultar este buen artículo de John Bullit aquí .
Pinturas en un templo. |
(En la foto de abajo que se ve una pareja, en la calle de enfrente son nuestros amigos canadienses.) |
Normalmente los monjes están sus cosas pero en ocasiones se dirigieron a nosotros directamente ( lo hacen cuando saben algo de inglés claro ) para preguntarnos de dónde somos y eso dio pie también para hacer preguntas. De varias conversaciones tenidas con distintos monjes nos han contado cosas de su forma de vida y de las razones por las que están allí.
Todos los fieles varones deben pasar, una vez al menos, una temporada de retiro en un templo. Ese tiempo oscila entre 2 semanas y 3 meses. Suelen hacerlo cuando terminan de estudiar, antes de estudiar una carrera ó antes de casarse ó antes de de dedicarse a un trabajo. Por lo tanto es normal ver a muchos monjes jóvenes que están en esa situación. Por otra parte muchas familias humildes, que no pueden pagar unos estudios a los hijos, los envían a los templos donde reciben una formación, en estos casos la estancia puede ser de varios años; así, una vez obtenida esa formación, dejan de ser monjes y se dedican a ejercer lo aprendido. Otros, menos, continúan de monjes. De hecho a los 20 años el joven debe decidir si desea continuar de monje o abandonar.
Aquí ponemos una pequeña muestra de lo que se puede ver deambulando por los templos.
El mercado matinal.
Añadir leyenda |
Ranas. |
La gran fiesta (Lai Huea Fai).
31 de Octubre 2012.
Enfrente Dyen Sabai. |
Uno de los barqueros. |
Lai Huea Fai.
Ese es el nombre de esta fiesta que se celebra en todo el país. Las nagas son seres míticos (que tienen la forma de serpientes con siete cabezas y están representados en multitud de templos y pinturas ) en los que los laosianos creen ( o creían) que gobiernas las aguas del río. En la época de las lluvias las aguas del río inundan los campos de arroz y los nagas suben del río a los campos; en la estación seca, que ahora comienza los nagas retornan al río; este ciclo de lluvias y estación seca es vital para los arrozales y de ello depende el alimento de buena parte de Asia. con estas ofrendas se pretende tener contentos a las nagas para que el río sea benévolo. Esta fecha tiene lugar en día de luna llena, después del final de la lluvias, por eso no es un día fijo del calendario; suele caer en los últimos días de Octu bre y primeros de Noviembre.
El sol ya se había puesto y la animación en la calle iba en aumento. En estos dos últimos dos días notamos que había aumentado notablemente el número de visitantes; grupos de extranjeros, viajeros por libre como nosotros y además mucha gente de los alrededores que venían a ver el desfile. Las canoas engalanadas e iluminadas se situaban en una larga fila que tenía su cabeza junto al Wat Mixai y se perdía, a lo largo de la calle, hacia el fondo.
Había gran animación y todo el mundo estaba expectante por el comienzo del desfile; delante de cada barca suele ir una o varias niñas con un cartel con nombre del templo o de la comunidad que la hizo, a continuación otras personas portan luminarias de diversas formas y colores; las barcas están sobre un soporte con ruedas y varias personas la ponen a punto, encienden todas las luces que llevan ( todas son alimentadas por alcohol u otra especie de combustible ) y en algunos momentos el humo se deja ver bien. Resulta sorprendente que no se incendie ninguna dada la la gran cantidad de fuegos que llevan y lo frágil de su construcción ( caña de bambú, madera y papel ), pero claro, son expertos en esto. Se escuchan algunos cánticos y el desfile comienza. Transcurre despacio de forma ordenada, sin barullos ni amontonamientos; la gente observa desde las aceras y aplauden o animan y otros hacen fotos.
Es difícil describir todo el colorido y alegría que desprende y también es difícil fotografiarlo por la falta de luz y por la dificultad de conseguir un buen encuadre entre tanta gente. Durante más de dos horas fueron desfilando hasta llegar al Wat Xieng Thong; allí permanecieron y eligieron la embarcación ganadora. A continuación fueron llevadas al Mekong ( que está al lado) y las dejaron deslizarse corriente abajo. La gente también echaba al río sus ofrendas y nosotros no fuimos menos y compramos las nuestras y las depositamos en la orilla y las vimos alejarse lentamente pensando cada uno en sus deseos.
Al mismo tiempo cientos de farolas-globo de papel eran encendidos y empezaron a navegar por el cielo estrellado de Luang Prabang. A continuación fuimos a cenar a una terraza sobre Mekong, al igual que muchos lugareños y visitantes. fué una noche mágica, difícil de olvidar.
Aquí van unas fotos para ilustrar todo esto, pero que no hacen justicia a lo que nosotros vimos y , sobre todo, vivimos.